Mantener las puertas automáticas en buen estado durante los meses de verano es fundamental para que éstas funcionen correctamente a pesar de las altas temperaturas y prolongar su vida útil. En concreto, podemos decir que factores como el recalentamiento de los mecanismos y la presencia de agentes externos, se presentan como los principales agentes que ocasionan averías en este tipo de productos. Desde Dintelar te proponemos algunas sugerencias para mantener tus puertas automáticas durante esta temporada.

Protege la puerta del sol

Las altas temperaturas propias de la época estival y la exposición prolongada al sol de las puertas automáticas pueden afectar los materiales de éstas. En estos casos, aunque pueda parecer una solución demasiado obvia o simple, instalar sombrillas, toldos u otra protección que evite la exposición directa al sol pueden ayudarte a mitigar los efectos dañinos de los rayos solares. En consiguiente, conseguirás prevenir el deterioro temprano de sus componentes, además de mantener la estructura en sí de las puertas automáticas.

Evita el recalentamiento de los mecanismos

Tal y como acabamos de destacar, el sol es uno de los agentes más dañinos para tu puerta automática, pero también lo son las altas temperaturas asociadas a esta época del año. El recalentamiento es uno de los problemas más comunes durante el verano, ocasionando el deterioro e incluso la rotura del motor. La solución más inmediata es apagar el motor y esperar a que se enfríe, o bien utilizar ventiladores de gran potencia para que baje su temperatura. Si el problema persiste es probable que debas cambiar algún componente o el motor al completo, por lo que en estos casos te recomendamos que contactes con un profesional.  

Limpia y lubrica la puerta y sus componentes

Al igual que ocurre con cualquier producto tecnológico, mantener una puerta automática limpia es fundamental para que funcione de manera óptima. En primer lugar, te recomendamos que limpies las piezas móviles de la puerta con un producto que no deje grasa, ya que tanto el defecto como el exceso de aceite pueden dañar la puerta. Además, en este punto es crucial que limpies de manera regular el polvo de la puerta, ya que esto te ayudará a eliminar cualquier tipo de suciedad o residuo que pueda acumularse en esta. Por último, es importante que prestes atención a los productos que utilizas durante todo el proceso, evitando aquellos que contengan químicos agresivos que puedan dañar los acabados de las puertas

Realiza revisiones durante todo el año

A lo largo de este post hemos mencionado algunos de los principales problemas que causan averías en las puertas automáticas, así como la manera más idónea para solucionarlos. Sin embargo, la mejor forma de evitar problemas y conservar las puertas automáticas y sus componentes en buen estado es realizar distintas revisiones periódicas y un mantenimiento continuo de las puertas.

La frecuencia de este mantenimiento dependerá del uso de cada puerta automática, pues una puerta situada en un centro comercial no presenta las mismas necesidades ni tiene la misma frecuencia de uso que una puerta de entrada residencial. Por lo general, es conveniente realizar una revisión al menos una vez al mes. 

En definitiva, realizar revisiones regulares de los componentes de las puertas automáticas te permitirá detectar y resolver cualquier incidencia en el menor tiempo posible y prolongar la vida útil de la puerta. En este sentido, te recomendamos que acudas a un profesional y que, si encuentras cualquier problema en tu puerta, contactes con el servicio técnico de tu proveedor de puertas automáticas.