Todos los recintos sanitarios tienen puertas, sectorizaciones y hasta control de acceso, pero debido a la crisis provocada por la Covid-19, se han tornado incluso más relevantes que nunca. En estos momentos en los que la tercera ola está llegando a la fase de control, los responsables de hospitales deben mantenerse alerta y mejorar infraestructuras y accesos que permitan la gestión más eficiente de casos infecciosos, donde aislar es una premisa, como hemos podido observar en el último año.

Para ello, existen muchas opciones que siempre se han desarrollado, como el doble pasillo en los quirófanos, si bien, en este caso más relacionado con el aislamiento, las puertas crecen en relevancia y notoriedad, como elemento separador.

En este apartado, las puertas denominadas “herméticas” tienen un papel destacado, siendo una opción prioritaria para centros hospitalarios y dependencias sanitarias en general, como dispositivos esenciales en la separación y control de corrientes de aires y espacios.

Puertas correderas

Ya sea para laboratorios, salas de hospitalización, quirófanos, pasillos y habitaciones, son un recurso ideal para todos aquellos lugares donde hay que mantener un ambiente con determinadas características, como calidad o niveles en el aire.

Para un ambiente limpio, como se suele denominar en los edificios relacionados con la atención sanitaria, se pueden instalar puertas con diferentes acabados para lograr una personalización adecuada y atendiendo a las diferentes aperturas. Así, la apertura lateral o la apertura central son soluciones que permiten adaptarse a las necesidades arquitectónicas, que muchas veces marcan el proyecto, sobre todo en edificios concebidos con otro tipo de zonas de paso.

Puertas batientes

Las puertas herméticas batientes permiten adaptarse a condiciones arquitectónicas en edificios singulares, por ejemplo, con historia y distribución que en algunos casos no puede alterarse.

Pueden tener una o dos hojas, como las puertas batientes habituales, pero garantiza el sellado de parte superior, inferior y laterales, todo ello sin renunciar a las altas posibilidades de personalización que existen, para amoldarse a cualquier entorno.

Puertas acristaladas

La gran virtud de las puertas herméticas acristaladas que instala Dintelar es la gran visibilidad del interior del espacio que separa. Por este motivo es una puerta de elección para UCIs, donde es importante disponer de esas posibilidades de visión.

Además, para este tipo de puertas herméticas, existe una configuración especial realizada con con vidrio electropolarizado, que permite ocultar la visibilidad de la sala a voluntad mediante un interruptor que modifica la opacidad del cristal.

Puertas para radiología

Las puertas emplomadas son la solución adecuada para las salas y espacios donde se realizan técnicas de radiología, por lo que también están orientadas al sector sanitario, que busca hermeticidad, por una parte, pero también aislamiento de rayos X.

Dos capas de plomo de 1mm, que además se solapan con parte de la instalación de plomo de las paredes de la sala, logran asegurar un aislamiento adecuado de estas instalaciones tan sensibles. En este caso existen puertas herméticas, para los casos en los que se requiere, y no herméticas, porque en algunos recintos no es necesaria esta condición.

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