Al hablar de automatización, probablemente en lo primero que pienses sea en robots, asistentes virtuales, sensores inteligentes, etc. Pero quizás no te has parado a pensar en un producto cotidiano aparentemente simple, cuya automatización puede suponer grandes beneficios para cualquier entorno en el que se instale. Hablamos de las puertas automáticas, que en la actualidad han sustituido (de forma casi total) a las manuales debido a sus múltiples facilidades y posibilidades. Dicho esto, podemos decir que las ventajas de contar con una puerta automática se basan en cuatro pilares fundamentales: seguridad, comodidad, eficiencia energética y estética.
Aumento de la seguridad
Las puertas automáticas son un elemento fundamental si quieres crear un entorno seguro. Esto se consigue mediante la combinación de los sensores adecuados y el tipo de puerta que mejor se adapte a las características del espacio. Gracias a su avanzada tecnología, los sensores son un gran aliado en la prevención de robos, pues pueden configurarse de manera que únicamente pueda accederse al interior del espacio mediante autorización. Esto ocurre también en espacios restringidos de oficinas, hospitales o sucursales bancarias, pues la entrada se produce a través de una clave o mediante huella biométrica, llegando incluso a bloquear la puerta en cuestión en aquellos casos en los que se estime necesario.
Comodidad y accesibilidad
Como bien indica su nombre, las puertas automáticas se abren de manera instantánea, sin necesidad de accionarlas de forma manual. El sensor que incluye la puerta se encarga de detectar al individuo que se aproxima a ella abrir las hojas para que el peatón cruce la puerta y cerrarse tras su paso. Asimismo, las puertas automáticas son ideales para aquellas situaciones en las que exista una intensa circulación de peatones, permitiendo una entrada fluida y segura.
Este tipo de productos facilitan enormemente el acceso a las personas con dificultades de acceso, por ejemplo, si alguien camina con muletas, necesita silla de ruedas para desplazarse, o simplemente tiene las manos ocupadas en el momento de cruzar la puerta. En el caso de las puertas automáticas de los garajes, permiten su apertura mediante control remoto, por lo que el conductor no necesitará bajarse del vehículo para abrirla mediante una llave, como ocurre con las puertas tradicionales.
Eficiencia energética
El hecho de que una puerta automática se abra únicamente en el caso de detectar a un individuo supone un beneficio en materia de eficiencia energética. La puerta permanecerá cerrada la mayor parte del tiempo, por lo que se mantendrá la climatización interna del edificio. Así, evitando estas fluctuaciones de temperatura también se producirá una reducción en costes, ya que se consigue mantener tanto la calefacción como el aire acondicionado.
Cabe destacar que las puertas automáticas ayudan a cumplir con la normativa de eficiencia energética de España.Tras la aprobación del Real Decreto de Ahorro Energético el pasado mes de septiembre, todo tipo de comercios, oficinas, centros comerciales y supermercados están obligados a contar con sistemas de cierres que impidan que las puertas permanezcan abiertas permanentemente.
Mejora de la estética
Gracias a las diversas configuraciones y acabados, las puertas automáticas pueden personalizarse de manera que se conviertan en un elemento decorativo más de cualquier espacio. ¡Las posibilidades son infinitas! Entre los tipos de puertas automáticas destacan las correderas y las curvas, cuyo diseño y líneas depuradas ayudan a revalorizar el edificio en el que se instalan, aportando una imagen de exclusividad. Si bien es cierto que las puertas manuales también ofrecen la posibilidad de elegir entre múltiples materiales, colores y acabados, el cristal de la puerta automática dota al espacio de una elegancia y estética única. En definitiva, una puerta automática es en la actualidad clave para causar una impresión positiva.
Posibles inconvenientes
Antes de que decidas sustituir tu puerta manual por una automática es necesario que tengas en cuenta dos aspectos. El primero de ellos es que debes saber que su precio es algo mayor. Sin embargo, tal y como has podido comprobar a lo largo de este post, es una inversión que compensa, pues supondrá una gran mejora para cualquier entorno en el que se instale.
En segundo lugar, tienes que tener en cuenta que para que una puerta automática desempeñe sus funciones de manera óptima, esta necesita un mantenimiento periódico. Como todo dispositivo electrónico, estos productos deben pasar una revisión que asegure su correcto funcionamiento y, en el caso de que sea necesario, llevar a cabo la sustitución de las piezas que presenten problemas.
¿Estás pensando en instalar una puerta automática? El equipo de Dintelar se encargará de asesorarte y ayudarte en la elección del modelo que mejor se adapte a tus necesidades. Además, nuestro servicio técnico se encargará de su instalación y su posterior mantenimiento.
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